domingo, 5 de julio de 2015

CHACHA - WARMI
Retos de una nueva agenda de género

I.              Introducción.

El presente análisis hace referencia a la noción del termino indígena “Chacha-Warmi”, noción que sustenta la complementariedad del hombre con la mujer en el mundo andino, término que es utilizado también para tratar la
inequidad de género.

II.            Desarrollo.

En el actual Estado Plurinacional de Bolivia, se intenta recuperar desde hace algún tiempo atrás ciertas nociones comunitarias y trans-individuales que históricamente han generado la reproducción de la sociedad boliviana. Una de esas nociones es la del Chacha-Warmi. Noción “sustenta la complementariedad del hombre/mujer en el mundo andino” (Farah y Sanchez, 2008,  p. 89).

Las mujeres y hombres de esta zona andina lo toman como un modelo para tratar la inequidad de género que existe básicamente al interior de esas comunidades.
Para otros autores Chacha-Warmi, es la “expresión de vivencia entre partes iguales o diferentes que tengan un propósito común” (Ibídem). Por tanto la expresión Chacha-Warmi trasciende la relación hombre/mujer para situarse cono “relación de complementariedad sin asimetrías” con el propósito de coincidir y buscar juntos (hombres y mujeres) la perfección.

Chacha-Warmi podría ser un símbolo de armonía y equilibrio entre hombres y mujeres (Op.Cit. en Farah y Sanchez, 2008, p.89).

Sin embargo en Bolivia la reorganización del mundo familiar ha cambiado; las estructuras de los roles de hombres y mujeres se han modificado debido básicamente a la inserción laboral de las mujeres, situándolas a éstas como proveedoras de recursos, y por otro lado de des-socialización emergentes. (Ibid, p. 90).

En el ámbito rural este proceso señala la continuidad de un sistema de reglas de vida que se ampara en la indefinición de las fronteras publico/privado por lo que los roles productivos y reproductivos son indistintamente asumidas por hombres y mujeres aunque de por medio este presente una jerarquización naturalizada del dominio de los hombres en actividades prestigiosas como el caso de los sistemas de representación que son masculinizados.

Chacha-Warmi, desde la perspectiva biológicas significa: Chacha=hombre; warmi=mujer. Desde una perspectiva cultural significa matrimonio: Unión de dos seres humanos opuestos, que rigen el modelo aimara como esposa y esposo (Gavilán, 1066, p.64).

Otros autores definen el Chacha-Warmi como la complementariedad dual, en donde todo es femenino y masculino. Esta dualidad es imprescindible en el mundo andino, es la fuerza que guía el Suma Thakhi que significa el buen camino. En esta lógica los aymaras conciben a la pareja en matrimonio no para reproducirse sino para complementarse y formar un todo.

En los hechos este término es muy cuestionado porque refieren que las mujeres solo son usadas como trofeos que manejan los hombres que son autoridades originarias. Las mujeres se quejan de que los hombres no aceptan sus pensamientos y dicen que si el Chacha-Warmi fuera la complementariedad, el Suma Thakhi en la familia, “no existiría la separación, ni las organizaciones sindicales como por ejemplo las Bartolinas Sisa o la CSUTCB, en las Direcciones tendría que haber una dualidad en estas organizaciones”. Por tanto las mujeres reclaman respeto a sus pensamientos y esperan que sus ideas sean aceptadas, no quieren ser sólo figuras en actos públicos.
Finalmente, las mujeres andinas reconocen que en el Estado moderno, colonial y neoliberal de Bolivia en los últimos 20 años se han desestructurado los principios del Chacha-Warmi, los valores de la comunidad indígena y su cosmovisión cosmocéntrica.  Situación dada por la patriarcalización en las relaciones entre hombres y mujeres. Por lo que las mujeres de hoy plantean la necesidad de recuperar el significado del Chacha-Warmi para reconstruir la forma de mirar el género y proponer acciones que pongan limite a la discriminación.

III. Conclusiones

ü  Si bien es cierto que el actual gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia tiene como propósitos recuperar los principios ancestrales de nuestros antepasados para tomarlas como principios rectores de nuestra Constitución Política del Estado para el vivir bien. La noción del Chacha-Warmi como una categoría de complementariedad del mundo andino tiene muchas interpelaciones en la actualidad ya que el escenario actual en el que vivimos es muy compleja especialmente con la inserción laboral de las mujeres.

IV.           Bibliografía

1.    Farah, I. y Sanchez, C. (2008). Desafíos de una nueva agenda de género. (p. 89). Perfil de género Bolivia. La Paz, Bolivia: CIDES-UMSA

2.  Novillo, M. (2011). Paso a paso. Así lo hicimos. Avances y desafíos en la participación política de las mujeres. La Paz, Bolivia: Coordinadora de la Mujer – IDEA Institute for Democracy and Electoral Assistance.

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